Harmony es una pieza profundamente personal. Fue creada para representar al niño interior, ese ser puro que aún habita en nosotros y que carga con el vacío, la vulnerabilidad, el miedo al abandono y el deseo intenso de amor, emociones características del trastorno límite de la personalidad (BPD).
Esta figura nace del deseo de crear conciencia y romper los estigmas que rodean este diagnóstico, recordando al público que el BPD es una consecuencia directa de traumas emocionales profundos sufridos durante la infancia. Detrás del caos, de los cambios de ánimo rápidos y de las emociones abrumadoras, hay una necesidad universal: ser amado y protegido.
El esquema de color —un degradado entre azul celeste y rosa pastel— simboliza visualmente la rapidez e intensidad con la que cambian los estados emocionales en quienes viven con este trastorno. Harmony no solo es una figura; es un espejo del alma.
Tamaño: 40 cm
Material: Resina de alta calidad
Base incluida: Plataforma en forma de corazón pintada a juego
Una figura de colección con propósito, pensada para sanar, visibilizar, y recordarte —a ti y a todos— que sentir profundo también es un acto de amor.